Vivimos en una sociedad que tiene cierta predisposición al juicio. Gran parte de nuestras conversaciones diarias expresan opiniones y valoraciones sobre lo que es, hace o tiene otra u otras personas. Sin darnos cuenta esos juicios, que podrían ir radiografiando nuestro entorno de manera «crítica», finalmente sólo consiguen una cosa: retratarnos a nosotros mismos.

 

Son muchos los estudios a este respecto. Nuestro lenguaje, nuestra forma de hablar del otro, son fiel reflejo de nuestros prejuicios, valores y convenciones sociales. Hablando, proyectamos nuestro esquema men

tal y sentimental. No vale justificarnos con un «lo he dicho sin pensar». Muchas veces en esta torpe excusa va implícita una afirmación «lo he dicho sin saber que eso era lo que pensaba». Sería más cierta.

Es por esto por lo que el control y creatividad del lenguaje puede evitarnos situaciones resultantes de estas «cargas» que nos llevan a proyectar negatividades en forma crítica, y con un práctica creativa podríamos expresar positividad en forma de generosidad, agradecimiento, empatía, ánimo o confianza a nuestro entorno.

 

Desde Arch. Coaching queremos ayudarte a que conozcas tu lenguaje, a utilizar las formas y escenarios perfectos para tu comunicación, y sobre todo, a proyectar a través de él una imagen más fiel de ti mismo y tu interior.

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