¿Ves que te sobrepasan la rutina y las urgencias? Te damos unos sencillos consejos extraídos de nuestras formaciones de gestión del tiempo y eficiencia profesional.
Divide las tareas entre las que precisan poco tiempo (menos de 10 minutos) y las que requieren de más tiempo y concentración (entre 10 minutos y 1 hora). Divide tu jornada laboral o profesional en varias franjas. Cada una de ella deberás incluir 4 o 5 tareas menores, y 1 o 2 de mayor tiempo.
Oblígate tras cada franja a un descanso de, al menos, 5 minutos que te permita desconectar, relajarte, descansar la mente y la vista.
No permitas que la comunicación te rompa la concentración. Gestiona el tiempo de contestar correos y devolver llamadas. Marca tiempos de respuesta para que tus colaboradores, clientes y proveedores conozcan cuando van a recibirla. Muy importante: cúmplelos.
Haz lista con las tareas en orden de llegada (cuando sean de poco tiempo) y por importancia y fecha de urgencia (cuando sean de las que precisan más tiempo). Táchalas según las realices. El efecto psicológico de logro o consecución es muy importante y gratificante como motivación para continuar con buen ritmo.
Si ves que una de las tareas de más tiempo tiene inconveniente y no te permite seguir, no la dejes para mañana, tan sólo haz un parón, toma tareas de menos tiempo, y luego continúa con esta hasta que lo consigas. ¡Que no pueda contigo!
Intenta terminar con lo planificado cada día. Si más de un día no lo consigues, reorganiza tus tareas para que sea posible.
Y por supuesto ¡prémiate cada día por el trabajo realizado! Un pequeño capricho, un buen baño, un momento de relax.
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